viernes, 1 de febrero de 2008

Parte polar, 13: Bahía Paraíso


Cuando despiertas el buque está ya en marcha de nuevo. Hoy es el día en que cruzarás el Círculo Polar Antártico. Si todo va bien, a la noche estarás frente a Avian, la última de las islas que vas a visitar en busca de los pingüinos barbijos, adelias y papúas. 

Pero llegas a la cámara de científicos y te encuentras al Comandante sentado en una de las sillas y te extraña. Está hablando con otro investigador, otra de las personas que navegan ilusionadas hacia abajo: saludas, te sientas. La conversación está terminando, el tono del Comandante es indudablemente de disculpa, de explicación. Comprendes que el buque ha invertido la marcha y vuelve al norte. Lo confirma luego el otro investigador: motivos logísticos, falta de tiempo en definitiva, han determinado que el viaje acaba aquí, que tendrás que conformarte a este lado del círculo imaginario que marcaron los hombres, el trazo en el mapa que parece agravar lo inhóspito del paisaje que ya muestran las escotillas. No pasarás el Círculo Polar Antártico, pero el viaje sigue, claro que sí.

Es distinto el barco ahora que no baja más. Huele peor, es más pequeño, más sucio y menos rápido. Pero sabes que sólo te han privado de una parte pequeña de un regalo enorme, así que no sufres y miras adelante, al próximo destino: Bahía Paraíso.

Allí llegáis ya por la tarde, y compruebas que el nombre hace justicia. Se hace evidente el tópico y casi no hay palabras que te sirvan para compartir la increíble belleza de este sitio. El mar en calma, sin viento ninguno, multiplica en reflejos especulares las montañas que caen en verticales cortes hasta la orilla, los glaciares que son cada valle, cada collado. La pátina del agua se extiende en todas direcciones hasta topar con la costa de hielo que se rompe y a veces cae en témpanos grandiosos. El sol de tarde contribuye de nuevo al espectáculo y las cumbres dudan, dividen su blanco entre amarillos lavados y el azul glaciar de siglos de agua apretados en cada veta. 

En la bahía, una base chilena y otra argentina serán destino mañana del grupo de científicos. Esta noche, te dispones a dormir con el suavísimo vaivén del mar en calma. Hace días ya que no sabes nada de quienes te leen y ese vacío te pesa a veces con dureza. A lo único que alcanzas es a ponerlo por escrito y mirar las cosas que te rodean con tus ojos y los de esas personas que te forman más aún ahora que de cerca no te contienen. A eso y a la memoria esta que te aviva.


9 comentarios:

Anónimo dijo...

A esos papúas sin bautizar los voy a meter por vereda: los pingüinos también son criaturas de Dios. Más que ellos, si me apuras

Si te comes alguno, di a que sab, cómo se cocina, y tráete un poquito en un tapper, porfa.

Anónimo dijo...

No decaigas soldado. Los marineros en tierra en que nos has convertido estamos ahí detrás tuya y de vez en cuando, con tu permiso, imaginando que nos metemos en tu pellejo.

Ánimo amigo!

Bahú bamba Lelë dijo...

Qué bueno, es cierto... todos los comentarios que leo. Jajaja!!! me siento muy identificado con el Rafa y el Viti.

Seguimos viajando contigo. Aunque la barca va necesitando de nuevo a su "negro" particular... pero bueno. Vete aprendiendo los tipos de blancos, los ritmos del barco, no sé, haz un poco de ruido allí y será como si hubiéramos estado todos. Crece.

Anónimo dijo...

No pensaba escribirte. Asi que no lo haré.(¡como se liga con un amigo en la antartida!)
Un abrazo fresquito

Anónimo dijo...

el 40 en la antártida! el cuarenta y un poquito de nosotros gracias a ti.Me acuerdo de vos casi todos los días y he sonreido con cara de boba cuando he visto la foto que nos ha enviado tu hermana.
ojalá cuando vuelvas pueda contarte cosas interesantes porque si no vas a estar hablando tú todo el rato y vas a estar insoportable...
:)
te quiero jefe...
brújula de náyade

Iris dijo...

Te envidio locamente (ya lo habrás escuchado mucho, pero yo te envidio más y por más cosas...)
La foto del glaciar con nosotros debjo... No sólo me h llevado allí, sino que me ha traido aquí con ellos, con vosotros que estáis lejos y cerca como yo misma.
Se me llenan los ojos de l´grimas si te escribo más, así que hí lo dejo.
Me gustaro tus noticias.

Disfrutalo mucho

Anónimo dijo...

Pero que mariconadas son estas!!! A ver, a lo que interesa ya de una vez. ¿Tas trincao a algun pingüino ya? Si la respuesta es afirmativa indique el grado de veracidad con respecto a lo que dicen en la pelicula del Kusturica (La vida es un milagro).

Un besico.

Anónimo dijo...

jl!!!soy maria s.!!hoy e visto la foto que nos ha hecho llegar tu hermana!!!qu envidia!!la palabra ke segurament mas se repita aki! y esk supongo k igual k tu no tenemos palabras para describir tanta belleza!!estara siendo genial!!!a ver si es verdad k t acuerdas d nosotros alli jiji y cuando vengas nos cuentas muxas cosas!! yo kiero k m traigas una piedrecita de la antartida porfis!!!!!!jiji besitos!!k t vaya bien con tos experimmentos y no maltrates muxo a los pinguinos!jiji
envidiandote!!!me despido....

Unknown dijo...

Aunque no hayas pasado al otro lado, qué cierto es que te han privado de un pequeña parte de un inmenso pastel.
La única palabra que describe mis sentimientos es ENVIDIA. Un abrazo muy fuerte de los malagueños y madrileños.