sábado, 26 de enero de 2008

Undécimo parte polar

Llevas unos días en la isla y ya te vas. Partes con destino sur, más al sur todavía. El plan original es que el barco te deje en un lugar llamado Caleta Cierva (justo después de Caleta Inútil y hace rato ya que dejaste de preguntarte por los topónimos de estas tierras), donde vas a montar una estación sísmica como la que queda funcionando ya junto a la base, en Decepción. 
Pero los últimos días han sido un vaivén de versiones contradictorias, desde que tuvísteis noticia de que la base argentina Primavera, en Caleta Cierva, no había podido ser abierta por problemas técnicos en los motores del buque que allá iba. Si realmente la base no está abierta, quedan tres posibilidades: una es acampar allí o refugiarse en la habitación que forzosamente deja franca toda base o refugio polar (y de montaña). Pasarías allí cuatro o cinco días, aislada, sin calefacción ni ducha, comiendo comida militar de emergencia o pingüinos que cazaras contra el Tratado Antártico y por sus apreciados muslos (su pechuga es escasa). Esa perspectiva (que imaginas escandalizará a parte de las lectoras consanguíneas) no te desagrada del todo, tiene su aquél, pero es poco probable.
La segunda posibilidad es que el barco te espere fondeado en la playa. Bajarás cada día temprano a tierra, y volverás a subir para dormir y descansar. Pero eso retrasaría la planificación de la campaña, afectaría seguro a otros proyectos y depende, en último término, del Comandante. La tercera es no montar la estación, comprometiendo fatalmente los resultados del proyecto.
Sin embargo, cualquiera de las dos últimas opciones lleva premio. En teoría, una vez que desembarques en Caleta Cierva, el barco sigue hacia abajo, bordeando la costa de la Península Antártica. Las "pingüinólogas", que estudian a los barbijos de Decepción, han de tomar muestras en diversos emplazamientos más al sur, llegando casi hasta el final de la península. Por supuesto, cuatro o cinco días de navegación aquí, en lo que imaginas una aventura de témpanos y auroras australes, junto a tu probable colaboración en el trabajo de campo, no te parece mala forma de pasar el tiempo.

Lo que es cierto es que esta noche, tras la cena, embarcas de nuevo en el buque "Las Palmas" y pierdes de nuevo la conexión. Si el oleaje lo permite, seguirás escribiendo estas notas. Luego nos las mandas, que sepamos.

2 comentarios:

Bahú bamba Lelë dijo...

Suerte.

Anónimo dijo...

hey!!! hati wapo!!!! soy alhambra! na, solo decirte que espero q estes difrutando de la esperiencia, que se te hecha de menos!, buff, cuando te vi la ultima vez al lado de los escolapios no cai en que te ibas tan lejos... y luego me dio mogollon de pena no haberme despedido de ti!
podria hacer una lista inacabable con todas las cosas que me has aportado como persona y de tus valores! jajaja, espero que no se congelen y cuando vuelvas a granada y nos lo cuentes todo, te miremos con los ojos como platos y pensemos como siempre "joder!, vaya tio"

Un besazo grandisimo!!! te kiero mas que tó jajaja